Con suma brillantez y esplendor la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario a concluido sus cultos de este año. El punto y seguido a estos cultos y como es tradicional ha sido el besamanos a Nuestra Señora.
Para la ocasión y como en el año anterior la junta a decidido la celebración de este besamanos en el interior de su antigua capilla, sobre la peana dorada del antiguo paso de Nuestra Señora y con la media luna a sus pies, aparecía triunfante Nuestra Patrona, con su saya recién reestrenada y su manto de salida, adornada de cuatro macizos de claveles blancos, que mas que flores parecían ángeles del cielo que custodiaban a Nuestra Señora.
Nuestro Príncipe aparecía mas sonriente que nunca, con su vestidito nuevo y la banda con los colores de nuestra hermandad.